miércoles, 24 de junio de 2015

DANIEL BECERRA OCAMPO

DANIEL BECERRA OCAMPO


Daniel Becerra Ocampo
Nació en la ciudad de Moquegua, el 27 de abril de 1872, hijo del agrimensor Daniel Becerra y doña Celia Ocampo. Estudiante excelente del Colegio La Libertad y el Colegio Guadalupe en Lima (1885-1891) Graduado como médico cirujano en la Universidad de San Marcos, 1899. Contrariamente a la tendencia de otros profesionales jóvenes, de quedarse en la gran capital para ejercer su carrera, “dejó un tentador y prometedor futuro que le ofrecía el ejercicio profesional en la capital...” (Pinto V.). Regresó a su tierra para ejercer la medicina y, la docencia ganado por su amor al terruño y el deseo de impulsar su desarrollo; fue rescatado para trabajar en Moquegua por Doña Águeda Vizcarra Vda. De Angulo que trajo al entonces joven facultativo como médico de cabecera. Contrajo matrimonio con Doña Isabel de la Flor, dama de antiguo linaje moqueguano, formando una prolífica familia.

Fue profesor del Colegio La Libertad, destacando por la calidad de sus clases en ciencias; prestigiado, llegó a ser Director de este Colegio. Médico Titular de Moquegua desde 1908, se afirma que fue : “caritativo con la gente menos pudiente”, pero aún es polémica su manera de tratar a la gente humilde. En 1919 tuvo que hacer frente al azote de la epidemia de gripe “boliviana” que afectó la ciudad durante dos trágicas semanas: fue uno de los primeros en enfermar “más no era su hora” diariamente recorría casa por casa “atendiendo a los enfermos y ordenando el levantamiento de cadáveres” dice Pinto Vargas, que agrega : “Impecable en su traje negro, alba la camisa y oscura corbata; zapatos de charol terminados en fina punta, recubiertos con escarpines; y detrás de sus redondos lentes con aros de oro, sus ojos escrutaban con preocupación y lástima a los enfermos”. Director del Hospital de Moquegua, mereció el título de “Benefactor de los Hospitales”, en 1922, por su obra realizada en ellos.
Fundador del Rotary Club de Moquegua. Presidente del Club Social Moquegua, siendo por ello “el personaje social No. 1 de la ciudad de Moquegua, marcando su accionar” según Kuon: a ello , Pinto Vargas agrega: “Por cerca de medio siglo, la presencia de Becerra Ocampo se dejó sentir tanto en la política como en la cultura, en la enseñanza y en vida social y, de manera muy especial en todo aquello relativo a los problemas de salud que confrontaba la ciudad y sus habitantes...” Luis E. Valcárcel a visitar Moquegua por primera y única vez en 1942 afirma “... ahí estaba el tío Daniel, flor de caballeros, especie humana a punto de desaparecer, espejo de virtudes tan difícil de encontrar...” Pero otros contemporáneos indican que fomentó en la sociedad un orgulloso ambiente aristocrático, cerrado y de estricta distancia social en las actividades públicas de la ciudad, las reuniones sociales del Club Moquegua, y en el Colegio La Libertad.

Propietario, desde 1907 hasta su muerte, del Semanario “La Reforma”, mantuvo una política periodístico de hacer campaña incansable por el resurgimiento de Moquegua; buscaba detener el constante empobrecimiento de su economía, nada comparable con la Moquegua poderosa que conoció en sus años infantiles. “...En sus páginas se dieron algunas memorables batallas por la libertad de información en Moquegua; porque el progreso llegara a la entonces Provincia Litoral y, también, porque en las autoridades políticas, siempre transitorias y siempre fuereñas, la moralidad fuese una constante y no una rara excepción..” escribe Pinto V. Muere en Lima el 4 de agosto de 1947. Un colegio del Puerto de Ilo y otro en la ciudad de Moquegua, honran su memoria como docente, llevando su nombre. El colegio de Ilo, pulsado por su ejemplo adoptó como lema “Un Becerrino, un Caballero”


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